miércoles, 23 de marzo de 2016

Una llamada al sentido común



 
Foto de  http://hoy.com.do

Cuando un Estado como el español pasa en nueve años de tener 383.000 millones de deuda pública con un peso sobre el PIB del 35,50% en 2007 a tener en 2016 1 billón y el 99% de peso sobre el PIB es que tiene un serio problema. Tanto el Gobierno central como los autonómicos no cumplen los acuerdos de déficit firmados con la Unión Europea y cada año tenemos un nuevo récord de deuda.


 " Tanto el Gobierno central como los autonómicos no cumplen los acuerdos de déficit firmados con la Unión Europea"

Nuestros políticos han sido capaces de interiorizar en la ciudadanía que la emisión de deuda ha sido para poder mantener el  Estado de bienestar durante la crisis. Es verdad que el desempleo subió, los ingresos bajaron y una parte del presupuesto iban destinados a pagar el seguro por desempleo, pero lo que no nos cuentan es que la subida de la deuda comenzó con el periodo de expansión del dinero en 2007, ejemplos el Ayuntamiento de Madrid con Alberto Ruiz Gallardón como alcalde o José Luis Rodríguez Zapatero con el Plan E.

Durante la crisis la bajada de ingresos se compensó en gran parte con la subida de impuestos y la emisión de deuda pública, lo que trajo consigo una reducción de las contrataciones de trabajadores, es decir menos recaudación y más gasto. En ningún momento se buscó una reducción de gasto en las administraciones, las autonomías no cumplían con lo pactado y el Estado no ha dejado de emitir deuda en todos estos años pero aquí no ha pasado nada, que lo paguen nuestros nietos dirán algunos.
Si algo ha quedado demostrado estos años  ha sido la imposibilidad de mantener por nuestros propios recursos el mastodóntico Estado español, habrá que reinventarlo o hacer una reestructuración del modelo que conocemos.

"Si algo ha quedado demostrado estos años  ha sido la imposibilidad de mantener por nuestros propios recursos el mastodóntico Estado español"

Las Comunidades Autónomas no pueden ser pequeños estados con un nivel de gasto y endeudamiento sobredimensionado.  El problema del nacionalismo en España nos llevó a ceder todo tipo de competencias a los Gobiernos regionales  que actúan como estados independientes olvidando en muchos casos hasta donde llegan sus competencias, el caso más flagrante es el de Cataluña con una deuda de 72274 millones de euros o la Comunidad Valenciana con una deuda que tiene un peso sobre su PIB del  41,30%. El Estado central en vez de llamar al orden a las Comunidades más deudoras ha regado con más dinero a todas ellas en vez de intervenir su gestión.

Una España según la conocemos ahora mismo es imposible de mantener con nuestros propios recursos, al no ser que se hagan unas reformas profundas en materia de empleo, fiscal  y de organización dentro de las estructuras del  Estado pero según estamos escuchando a los políticos españoles su opinión es la contraria, más empleo público, más gasto, más impuestos y volver a la política de empleo que tanto daño ha hecho al mercado laboral español. Todo apunta a una vuelta a las políticas que nos llevaron a la crisis económica, aplaudidas por gran parte de la sociedad española sin darse cuenta que pueden ser mucho más perjudiciales que las de 2008, el discurso populista ha sido interiorizado por políticos y ciudadanos. España está más débil que en 2008, tiene un grave problema con el nacionalismo en Cataluña y en poco tiempo le seguirá el País Vasco, tiene una tasa de paro del 20%, la deuda está en el 99% del PIB y tiene en el parlamento 69 diputados populistas cercanos al nacionalismo, el futuro no se presenta nada halagüeño pero habrá que confiar en el sentido común aunque en España cada vez hay menos.

Fernando Rico 



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